Pastores Luis y Marina Meléndez

Pastores Luis y Marina Meléndez
Pastores de la IBE Callao

jueves, 18 de junio de 2009

Introduccion al Apocalipsis I

INTRODUCCION
El Apocalipsis es uno de los libros más fascinantes de la Biblia. Todo creyente desea entender su mensaje. Sin embargo, es uno de los libros difíciles de entender en las Escrituras; por ende pocos creyentes lo estudian .
Muchos estudiosos han dedicado tiempo a escribir comentarios sobre este libro, y cada uno de ellos ha llegado a conclusiones muy diferentes acerca de lo que Apocalipsis enseña. Este estudio no es un intento de escribir un comentario; las metas son:
a. Presentar una introducción al estudio de Apocalipsis.
b. Presentar un análisis del libro que ayudará a entender el Apocalipsis.
c. Comentar sobre los pasajes de interés en el libro.

UNIDAD I

POR QUE ESTUDIAR EL APOCALIPSIS

EL TITULO
1. En la versión de Reina-Valera, 1960, el título es, El Apocalipsis de Juan. En el texto Griego es, Apokalupsis Ioanou .
2. Apokalupsis significa «un poner al descubierto, una postura desnuda, haciéndolo descubierto». La palabra es de apokalupto, «poner al descubierto, quitar el velo.» El libro pone al descubierto o quita el velo a través de los símbolos, señales, imágenes, y visiones la inminencia de la persecución enfrentando la iglesia. Busca preparar al pueblo para la persecución por medio de la revelación que Dios dio a Jesucristo para mostrarla a Sus siervos.

EL PROPÓSITO
1. Propósito básico del libro Dar ánimo a los cristianos quienes estaban sufriendo persecución, mostrando la soberanía de Dios.
a. Dios ve sus lágrimas. Apoc. 7:17, 21:4
b. Sus oraciones llegan a Dios. Apoc. 8:3-4
c. Su muerte es precioso para Dios. Apoc. 14:13
d. La victoria final es garantizada. Apoc. 15:2
e. Su sangre será vengada. Apoc. 6:9-17
f. Cristo reina para siempre Apoc. 5:11-13
g. Cristo vendrá otra vez para recibir los suyos. Apoc. 21 y 22
2. Una de las claves de interpretación del apocalipsis gira en torno a las razones que impulsaron a escribir el libro. Se puede señalar algunas líneas maestras.
a. Obviamente, los destinatarios de la obra son igle¬sias de Asia Menor (c. 1-3). Las mismas, aparte de tener un contenido sim¬bólico, son comunidades reales del siglo I como lo demuestra la des¬cripción de episodios de la época . A estas se les anuncian no solo acontecimientos proyectados hacia el futuro lejano sino «las cosas que deben acontecer pronto» (1, 1) «porque el tiempo está cerca» (1, 3).
b. El final de los años sesenta resultó an¬gustioso para los cristianos. Por un lado, el Imperio los había colocado en su punto de mira como adversarios sometiéndolos a la persecu¬ción. Por otro, la comunidad judía de la que habían surgido se enfrentaba con las armas contra Roma. El primero los perseguía, la segunda optaba por una trayectoria que no podían se¬guir. ¿Podría sobrevivir frente a un Imperio enemigo y una comunidad a la que no podían unirse en su lucha armada?
c. Partiendo de ese contexto la obra persigue alentar a los cristianos de Asia Menor ubicados en medio de una situación de persecución apenas acabada a la que se ha sumado el final del Segundo Templo de Jerusalén. La comunidad cristiana, lejos de sentir miedo, ante unos acontecimientos, no debe temer sino perseverar. El futuro se revelará muy distinto del amenazador presente

AUTOR
1. La pregunta es si el escritor era un profeta desconocido llamado Juan, un presbítero que vivió en Éfeso, o el apóstol Juan, que escribió como apóstol y profeta.
a. Es verdad que el escritor en ninguna parte se refiere a sí mismo como apóstol,
b. Pero la evidencia externa (la voz de la tradición) y la evidencia interna señalan a Juan el apóstol, como el autor del Apocalipsis
2. El apóstol Juan, el cual se menciona a si mismo cuatro veces Apoc 1:1, 4, 9; 22:8 La tradición más antigua (Justino, muerto hacia el 155; Ireneo, muerto hacia el 200) afirma que se trata en los tres casos del mismo autor.
3. Aunque pocos escritos tempranos levantaron la pregunta de la autoría, la composición del apóstol Juan del Apocalipsis nunca fue cuestionada hasta el moderno criticismo liberal del siglo IXX. Críticos han intentado asociar el libro con un cierto «Juan el presbítero,» que es supuesto haber vivido, muerto, y sido sepultado en Éfeso. La evidencia ofrecida para estas críticas es débil y la mayoría inconvincente como será señalado
4. La evidente externa e interna en apoyo del apóstol Juan como el escritor del libro.
a. Justino Mártir (110-165 D.C.) dice, «Hubo un cierto hombre con nosotros, cuyo nombre era Juan, uno de los apóstoles de Cristo, que profetizó por una revelación,» y luego se refiere a los mil años, la resurrección y el juicio de Apocalipsis 20 .
b. Al final del siglo II el Apocalipsis fue reconocido por los representantes de las iglesias principales como una obra genuina del apóstol Juan. En Asia, Melitón, obispo de Sardes, reconoció el Apocalipsis de Juan y escribió un comentario sobre él
c. Ireneo de Lyon en la Galia, firmemente en su autoridad divina y apostólica .
d. Ireneo (120-202 D.C.), quien había escuchado a Policarpo, un discípulo de Juan el apóstol, escribió en su Contra las Herejías , «Juan también el discípulo del Señor...dice en el Apocalipsis,» y luego cita profusamente de ese libro . Habiéndose de esta manera identificado como «el discípulo del Señor,» Ireneo dice más tarde: «En una clarísima luz Juan, en el Apocalipsis» ha revelado ciertas cosas, las cuales el escritor procede a discutir . En relación con la Bestia de Apoc 13, 18, la identificó con Domiciano . El pasaje es mencionado por Eusebio en 2 ocasiones si bien no parece desprenderse ineludiblemente que éste situara la redacción de Apocalipsis en la época de Domiciano, aunque fija durante ese reinado el destierro de Juan a Patmos, identificando a éste con el apóstol, al igual que Victorino .
e. Clemente de Alejandría (153-217 D.C.),
i. Escribe del «apóstol Juan» quien «retornó a Éfeso desde la isla de Patmos» después «de la muerte del tirano.» El tirano no es nombrado .
ii. Habla de que Juan, el autor de Apocalipsis, fue liberado de Patmos a la muerte del «tirano», sin identificar a que personaje se refiere con este calificativo.
f. Tertuliano, (145-220 D.C.) llamado «el Padre del Cristianismo Latino,» citó frecuentemente el Apocalipsis sin dudas aparentes sobre su autenticidad .
i. Tertuliano -al igual que Hipólito señala que Juan estaba en Roma cuando fue desterrado y de ello parece desprenderse que el hecho tuvo lugar bajo el principado de Nerón . Así lo interpretó Jerónimo
ii. En el libro III. xxv, Tertuliano escribe de Jerusalén descendiendo del cielo. Cita a Pablo, quien la llamó «nuestra madre» (al 4:26, y dice, «el apóstol Juan la contemplo,» refiriéndose a Apocalipsis 21:2
g. Orígenes (185-254 D.C., aceptaba el Apocalipsis como inspirado, y lo catalogaba como parte del Homologoumena dice,
i. Orígenes , que nos habla de la condena de Juan a Patmos pero no la sitúa bajo ningún monarca concreto
ii. «Acorde a Juan, Dios es luz (I. II. 7), incuestionablemente refiriéndose al apóstol Juan. Luego más tarde dice, «Escuchen la manera en que Juan (el Juan que él había citado arriba) habla en el apocalipsis» (I. II. 10) . Orígenes conoció un Juan que escribió la Escritura, y era Juan el apóstol.
h. Epifanio sitúa el destierro de Juan en el rei¬nado de Claudio César, si bien -cabe la posibilidad- confundió a Nerón con Claudio como consecuencia de que el primero tenía ese nombre.
i. Hipólito (170-236 D.C.), identifica al escritor como Juan el apóstol:
i. «Dime, bendito Juan, apóstol y discípulo del Señor, ¿qué hiciste tú para ver y escuchar concerniente a Babilonia?» y cita los capítulos 17-18 .
ii. Hipólito señala que Juan estaba en Roma cuando fue desterrado y de ello se desprende que tuvo lugar bajo Nerón .
j. Victorino (quién murió en la persecución, 303 D.C.), obispo de Petau, escribió el primer comentario sobre Apocalipsis, únicamente un fragmento del cual ha sobrevivido. Comentando sobre 10:3 dice, «Y por su voz Juan dio su testimonio en el mundo...porque él es un apóstol .»
k. En occidente, el libro fue aceptado por el decreto del papa Dámaso I, en el año 382, confirmado en los concilios de Hipona (en el 393) y de Cartago (en el 397), junto con los demás escritos del NT. En oriente, fue incluido en el canon después de mucha polémica (que se prolongó hasta el siglo IX) aunque es el libro del NT que no es leído como parte de la liturgia en la Iglesia Ortodoxa .
l. La versión siríaca de Apocalipsis 5 y a la Historia de Juan, el hijo de Zebedeo en siríaco se¬ñalan que fue Nerón el que ordenó el destierro de Juan.
5. Los negadores de la paternidad juanina:
a. El primer maestro y escritor de la iglesia en cuestionar la autoría apostólica de Apocalipsis fue Dionisio (200-265 D.C.), Obispo de Alejandría, discípulo de Orígenes. Dionisio fue un anti-milenario. En su celo contra la doctrina de los mil años en boga entre maestros de ese tiempo, Dionisio tomó la posición de que el Apocalipsis no fue escrito por Juan el apóstol . Confesó que no entendía el Apocalipsis. Aunque admitió «que este era la obra de algún hombre santo e inspirado,» declaró, «Qué Juan es este, no obstante, es incierto.» Era «de la opinión que hubo muchas personas con el mismo nombre de Juan el apóstol,» en Asia, y menciona a Juan Marcos. Concluye, «Pienso, por tanto, que fue algún otro de aquellos que estaban en Asia. Por eso es dicho que hubo dos monumentos en Éfeso, y que cada uno de estos lleva el nombre de Juan .» Pero esto no prueba nada, porque había dicho que hubo muchas personas en Asia llamados Juan; y reposa su conclusión en rumores. Aunque interesante y hábilmente expuesto, su discusión no afecta el testimonio de los escritores, y por otra parte, falla en identificar alguna persona en particular como el autor del Apocalipsis.
b. Algunos , como el romano Cayo, a principios del siglo III rechazaron el Apocalipsis por fomentar el milenarismo.
c. Otro discípulo de Orígenes, Eusebio de Cesarea discrepaba de su maestro alejandrino al rechazar el Apocalipsis como no bíblico, aunque se vio obligado a reconocer su casi universal aceptación. Afirmó: "El Apocalipsis es aceptado por algunos entre los libros canónicos, pero otros lo rechazan ."
d. Cirilo de Jerusalén no lo nombró entre los libros canónicos; tampoco aparece en la lista del Sínodo de Laodicea, o en la de Gregorio de Nacianzo. Otro argumento en contra de la paternidad apostólica del libro es su omisión de la versión Peshita, la Vulgata siria en arameo. En el siglo IV, Juan Crisóstomo y otros obispos argumentaban contra la inclusión de este libro en el canon del NT, debido a las dificultades que planteaba su interpretación y el peligro que entrañaba. Los cristianos de Siria lo rechazaron debido a que los montanistas se apoyaban en él. En el siglo IX, fue incluido junto con el Apocalipsis de Pedro entre los libros "discutidos" de la Stichometría de Nicéforo, patriarca de Constantinopla.
e. Martín Lutero consideraba que el Apocalipsis "no es ni apostólico ni profético", y decía que "Cristo no se enseña ni se sabe de él aquí ".
f. El argumento para un «Juan el presbítero» en lugar de «Juan el apóstol» como el escritor del Apocalipsis reposa en una declaración de Papías (70-155 D.C.), quien es estimado haber escrito cinco libros, de los cuales unos pocos fragmentos han llegado a nosotros. Pero el pasaje se confiado para este argumento (que «Juan el presbítero» está separado de Juan el apóstol) parece haber sido entendido mal por los que lo usan. Papías escribió, «Si, entonces, alguien hubiera atendido a la venida de los ancianos, pregunte minuciosamente después de sus deciros, —lo que Andrés o Pedro dijo, o lo que fue dicho por Felipe, o por Tomás, o por Santiago, o por Juan, o por Mateo, o por algún otro de los discípulos del Señor.» El identificó a estos apóstoles como ancianos, lo cual no es sorpresa porque la palabra fue usada como término de respeto para una persona anciana o para designar a una generación antigua o pasada 1 Tim 5:1; Heb 11:2; también aplicándola a los supervisores de la iglesia 1 Ped 5.1; Tit 1:5; Papías continuo, «cuales cosas Aristión y el presbítero (anciano) Juan, los discípulos del Señor, dicen.» En esto él no identificó a Aristión como un anciano, sino que lo distingue del presbítero Juan, de esta manera identificando a este Juan como el Juan de los siete apóstoles a quiénes él identificó como ancianos o presbíteros . Pero si pudiera ser probado que Papías está escribiendo de dos hombres con el nombre de Juan, un apóstol y un presbítero (y no puede ser deducido del texto), aun no se sigue que este Juan el presbítero escribió el Apocalipsis. La evidencia para un Juan el Presbítero como escritor del Apocalipsis es prácticamente nada.
6. Evidencias internas de la autoría de Juan el apóstol.
a. El libro revela diferencia entre el Griego del Evangelio y 1 Juan y el del Apocalipsis. Esta diferencia, es declarado, indica un escritor separado para el último libro. Hay explicación para esta diferencia de estilo.
i. Una es que al dar a la iglesia un libro que es diferente de los otros, Dios expone el libro usando un estilo de lenguaje diferente.
ii. El que cree que el escritor estaba bajo la inspiración y guía del Espíritu Santo y que él habló a través o por medio del Espíritu Apoc 1:10; 2:7,11,17,29; 3:6,13,22; 4:2; 14:13; 22:17, está diferencia de lenguaje es de poca importancia.
iii. El lenguaje fue escogido por el Espíritu. Jn 14:26; 16:13; Hech 2:4; 1 Cor 2:13 Esta línea de razonamiento lleva poco peso con la moderna crítica liberal, pero deberá satisfacer al creyente.
b. El uso de ciertas palabras encontradas en los escritos de Juan — el Evangelio y 1 de Juan — y el Apocalipsis señalan para identificar al autor.
i. La primera de estas que conecta a los tres es la identidad del Hijo como «el Verbo» (logos): «el Verbo era Dios» Jn 1:1,14; «al Verbo de vida» 1 Jn 1:1; «El Verbo de Dios» Apoc 19:13. Solo en estos tres libros Jesús es identificado como «el Verbo.»
ii. Otra palabra es nikao, «vencer» o conquistar. Jesús la uso de él Jn 16:33; Juan la uso 7 veces en 1 Jn, y 17 veces en el Apoc. En cada caso en Apocalipsis es usada de Cristo y los santos venciendo mientras en el Evangelio y 1 de Jn, con dos excepciones, de los santos siendo temporalmente vencidos por el enemigo (11:7; 13:7).
iii. La tercera palabra en estos tres libros, y formando un nudo de conexión, es «verdadero» (alethinos ). La palabra aparece 8 veces en Jn, 4 veces en 1 de Jn, y 10 veces en Apoc.
iv. La cuarta palabra encontrada en Juan y Apoc es arnion, «cordero.» Jesús la uso de Sus discípulos Jn 21:15, y en el Apoc aparece 28 veces de Jesús y una vez de la bestia de la tierra, «y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero» (13:11). La emparentada palabra amnos, «cordero», es usada 2 veces en el Evangelio, ambas refiriéndose a Jesús Jn 1:29,36. Amnos no es usado en el Apoc; usa arnion. Amnos es usado para traducir Isaías en Hech 8.32, y por Pedro de la sangre de Cristo «como de un cordero» 1 Ped. 1:19. La referencia a Jesús como un cordero en el Evangelio y Apocalipsis añade peso a la evidencia para la singularidad del autor.
c. |La abundancia de la evidencia tradicional para la autoría apostólica y la casi total ausencia de evidencia para otro, lleva a que la mayoría de los estudiantes, aceptan a Juan el apóstol como el escritor del libro. Para una presentación más detallada de las evidencias ver a Henry Alford’s Greek Testament .

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