Pastores Luis y Marina Meléndez

Pastores Luis y Marina Meléndez
Pastores de la IBE Callao

sábado, 2 de agosto de 2014

Introducción a las epístolas generales

Introducción a las Epístolas Generales[1]

El género de las Cartas[2].
1.      Un género literario del Nuevo Testamento es el de las cartas. De los veintisiete libros del Nuevo Testamento,  veintiuno son cartas. Se trata de una forma de escritura habitual en la literatura griega y que el Espíritu Santo tomo  a la hora de  transmitir la verdad de Dios. La principal característica de este género reside en su estructura. Siguen un esquema que, con leves modificaciones, se repite en todos ellos; que encuentra su origen en el siguiente formulario helenístico:
a.      Remitente
b.      Nombre del destinatario,
c.       Saludo inicial y fórmula de fe
d.      Cuerpo y contenido de la carta
e.      Acción de gracias
f.        Saludos de despedida
g.      Bendición final.
2.      Estas cartas son  documentos que se destinaban a los destinatarios, a las que una persona con autoridad  como Pablo, Pedro, Santiago, escribe animando, exhortando o comunicando un  mensaje escrito con la finalidad de poner los fundamentos de fe y conducta valido apra aquellos tiempos y para todos los tiempos.
3.      La  característica más destacada de las cartas del Nuevo Testamento está en que, a pesar de estar dirigidas a una comunidad en concreto, con un contexto determinado y con una finalidad específica y, en la mayoría de los casos, puntual; al mismo tiempo, están dirigidas a todas las comunidades cristianas de la Iglesia universal, superan el espacio geográfico inicial y siguen siendo actuales a pesar del paso del tiempo
4.      Cada cartas, sigue un esquema preciso y determinado que las constituye como escrito epistolar, sino que a la vez, ofrecen otros tipo de materiales como himnos, oraciones, fórmulas parenéticas o síntesis, discusiones breves.

Las epístolas Generales

1.      Además de las 13 cartas de Pablo, dirigidas a algunas de sus iglesias, existe una serie de cartas escritas por otros. Estas se conocen como las Epístolas Generales o católicas porque la mayoría de ellas no tiene un destinatario claramente identificado. Con la excepción de 2 y 3 Juan, donde los destinatarios sí son identificados, las demás cartas se dirigen a una población hebreo-cristiana muy general. Por la misma razón los nombres que llevan estas epístolas son en su mayor parte los nombres de los autores, y no son los de los destinatarios
2.      En el s. IV Eusebio de Cesarea ya las presenta reunidas[3]. No siempre ocuparon el mismo lugar en las listas de los libros sagrados. Los grandes códices antiguos, Vaticano y Sinaí­tico, las ponen tras el libro de los Hechos. Sin embargo, a partir de Jerónimo se presentan detrás de los escri­tos pauli­nos, incluida la carta a los Hebreos y antes del Apoca­lipsis. Tampoco dentro del mismo bloque han ocupado siempre el mismo lu­gar, apareciendo primero las dos de Pedro, como ocurre en la lista dada por Trento, quizá para resaltar la autoridad del pri­mero de los apóstoles.
3.      ¿Por qué  la denominación Epístolas generales?,  o ¿Universales?, o  ¿católicas?[4].
a.      No está claro por qué se llaman católicas. Algunos opi­nan sería equivalente a canónicas, resolviendo así la cuestión sobre su canonicidad. Otros piensan que católica quiere decir que dirigen a todas las iglesias, o bien por el con­teni­do más ge­nérico o universal. Orígenes fue el primero que dio este nombre a las epístolas primeras de Pedro y Juan, y a la de Judas[5]. Posteriormente Eusebio y Jerónimo extendieron este apelativo a las siete epístolas[6]
b.      Porque no pertenecían al corpus  Paulinum,  que  son distintas a las epístolas de Pablo[7].
c.       Porque estas epístolas no tenían destinatarios determinados. “La generalidad de los autores explica el nombre por el circulo más amplio de lectores a que se dirigen”[8]. Con excepciones de la 2 Juan y 3 Juan, “A la señora elegida” y  “al muy amado Gayo”  respectivamente.
d.      La denominación es antigua. El Primero en usarla fue el antimontanista Apolonio (197 d.C.)[9], Le sigue  el apologista cristiano Orígenes (254 d.C.),  que llama generales a la  1° de Pedro, a 1° de Juan y a la de Judas. Dionisio de Alejandría (265 d.C.)[10], distingue la  epístola general de Juan de las otros dos libros que se le atribuyen (el evangelio y el apocalipsis). Otro que uso la denominación es Dídimo el ciego de Alejandría (395 d.C.)[11]. Y  Eusebio de Cesárea[12] y Jerónimo  citaron estas epístolas como universales.
4.      Para interpretar las escrituras es importante entender su "ocasión" o contexto. Para algunas de estas cartas no es tan difícil. Pero para otras, muchas  preguntas quedan sin respuestas. Por ejemplo, la autoría de Hebreos  hay muchas teorías, pero poca seguridad en cuanto a la correcta

del Libro
Tema general del Libro
La práctica diaria del Evangelio de Jesucristo
Fortaleza ante la persecución y la prueba
Fortaleza ante la persecución y la prueba
El amor de Cristo inspira nuestro amor
El amor de Cristo inspira nuestro amor
El amor de Cristo inspira nuestro amor
Solícitos en la defensa de la fe




[1] Referencias: Wikenhauser, A. y J. Schmid, Introducción al Nuevo Testamento. Barcelona: Herder, 1978.. 225.61 W663 225.61 W663, Wright, G. E. Arqueología Bíblica. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1975, Marshall, I. Howard. Las Cartas de Juan,. Grand Rapids: Eerdmans, 1978, AA.VV. Manual Bíblico, Casa de la Biblia, Ma­drid 1964, v.IV, pp.318-407.410-440. J.Salguero en AA.VV. Biblia co­men­ta­da, BAC, Madrid 1967, v.VII, pp.1-25.88-100.147-154.­177-190.259-264. 277-283. 293-325. J.Alonso-R.Franco en AA.VV., La Sagrada Escri­tura, BAC, Ma­drid 1967, v.III, pp.197-865. O.Kuss-J.Milch, La carta a los Hebreos y Cartas Católicas, Herder, Barcelona 1968, 1­969. J.Cantinat, A.Feuil­let, M.E.Boismard en A.Robert-A.Feuil­let, Intro­duc­ción a la Bi­blia, Her­der, Bar­celona 1970, v.II, pp.506-651.613-661. J.Canti­nat, M.E.Bois­mard, E.Co­thenet en A.­George-P.Grel­ot, Introducción crí­tica al Nuevo Tes­tamen­to, Her­der, Bar­celona 1983, t.III, v.II, pp.70-123­.167-200. 127-166. E.Cothenet, Las cartas de S.Pedro , Verbo Di­vino, Este­lla 1984. George Kennedy, Retórica y Nuevo Testamento. 227.9 K97. 227.94 M368 (Madrid: Ed. Cristiandad, 2003).
[2] Epístolas Generales B 11 Hebreos; Santiago; I y II Pedro; I, II y III Juan; Judas  Instituto Bíblico Reformado Esteban De Vries
[3] Cfr. Historia Eclesiástica, III, 25,2-3.
[4]  La palabra “católicas” se refiere, no al elemento doctrinal, sino al hecho de que dichas cartas no se dirigen a especificada iglesia, sino a los creyentes en general. A.B. Rudd, DD. Las Epístolas Generales. Pág 11
[5] Cfr. Eusebio de Cesarea, o.c., VI, 25,8.
[6] Cfr. Eusebio de Cesarea, o.c., II, 23,25; Jerónimo, De viris illustribus, II, 4.
[7] Romanos; 1y2 corintios; Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses; 1 y 2 Tesalonicenses; 1 y 2 Timoteo; Tito y Filemón
[8] José Alonso, S.I. Carta de Santiago. Biblioteca de Autores Cristianos. Pág. 198
[9] Ibid
[10] Se desconoce la vida de Dionisio antes de su elección como obispo de Alejandría. Según una frase de una de sus cartas parece ser que era acomodado y que ejercía una brillante carrera civil antes de entrar en el clero. Escribió un canon pascual y obras perdidas, una de las cuales sobre las promesas mantenía que el apocalipsis de Juan no lo había compuesto el apóstol y evangelista del mismo nombre. Para más información en Di Berardino, Angelo. Diccionario Patrístico y de la antigüedad Cristiana. Pág. 436
[11] Las informaciones de que disponemos sobre la vida de este escritor del siglo IV no son muchas. Los conocimientos que manifiesta en sus obras suponen una memoria prodigiosa. Perdió la vista a los 4 o 5 años. (Ibid. Página 596)
[12] Nació en Israel, quizá en Cesarea por el 265 d.C. Se formó culturalmente en esta ciudad. Su producción es notable y se desarrolla en diversos campos, desde la historia hasta la exegesis, la filosofía, la teología, la apologética, etc. Mas información en  Di Berardino, Angelo. Diccionario Patrístico y de la antigüedad Cristiana. Pág. 815

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