Pastores Luis y Marina Meléndez

Pastores Luis y Marina Meléndez
Pastores de la IBE Callao

sábado, 2 de agosto de 2014

Introducción a carta de Santiago III

EL PROPÓSITO DE LA CARTA[1]
1.      Corregir los pecados que se habían desarrollado dentro de la iglesia. Muchos decían ser cristianos pero llevaban una vida inmoral e injusta. Su fe era solo de palabras, pero su conducta demostraba lo contrario. Sant 4:4 
2.      Presentar la verdadera fe en Cristo. Una fe que produce fruto externo. Santiago enseña que se sabe que una persona es cristiana por su conducta. Las obras demuestran que una persona es cristiana o demuestran que la persona no es cristiana. Sant 2:14-17
3.      Animar a sus hermanos en la fe a permanecer firmes a pesar de la persecución externa que estaban sufriendoSant 1:2-3 

“Cuando la fe es viva[2]

Se enfrenta a  
Texto  
Produce

Las pruebas
1:2-12
Madurez

La tentación
1:13-18
Firmeza

La Palabra de Dios
1:19-27
Frutos

Las personas
2:1-13
Imparcialidad

La realidad
2:14-26
Obras

La lengua (hablar)
3:1-12
Control

El hombre sabio y de entendimiento
3:13-18
Sabiduría

Al mundo
4:1 – 5:6
Sumisión a Dios
La venida del Señor
5:12-20
Paciencia, vida piadosa


DESTINATARIOS:
1.      La carta identifica sus destinatarios como "las doce tribus de la dispersión" San 1:1, es una  frase ambigua. Thomas W. Leahy dice que debe tomarse en cuenta que “desde que los Asirios llevaron cautivas a las diez tribus del norte, esta expresión llegó a significar la esperanza escatológica en la restauración del pueblo[3]”. Desde su punto de vista, Santiago estaría usando la expresión en un sentido nacionalista, no cristiano[4]. Fuera de esto, no se ofrecen detalles sobre los remitentes. Esta frase plantea con dos posibilidades: Podemos tomarla literalmente o en sentido figurado.
a.       La primera alternativa es que la carta haya sido escrita literalmente para la comunidad judía que vivía fuera de Israel. En el siglo I millones de judíos vivían en distintas partes del imperio Romano, viajando a Jerusalén durante alguna de las festividades judías. Esta alternativa es poco probable ya que los judíos que vivían aferrados a la interpretación farisea de la Ley, no aceptaban el señorío de Jesús[5]
b.      La segunda alternativa es que Santiago usa la frase en sentido figurado. En este caso, el texto estaría dirigido a las comunidades cristianas de trasfondo judío que estaban fuera los alrededores de Jerusalén, como lo demuestran las palabras citadas y el continuo uso del Antiguo Testamento.  Son hebreos convertidos a Cristo, Santiago  se dirige, a judíos creyentes entre todas las tribus de la dispersión Sant 1.18; 2.1, 14; 2.7; 5.7, Han sido regenerados en Jesucristo por su Evangelio Sant 1:18, creen en Jesucristo resucitado Sant 1:1-2 2:1.7; 5:7, obedecen a la ley de la libertad Sant 2,12, viven en espera de la parusía del Señor Sant 5:7-9. Además, los defectos y las virtudes supone en sus lectores eran cristianos salidos del judaísmo que a gentiles convertidos.
2.       Pero también  fue dirigida a hebreos no creyentes (2.5-7; 5.1-6)  No obstante, la expresión puede referirse aquí a la “iglesia cristiana como una prolongación del pueblo de Dios cf. Mat 19:28; Luc 22:30; Ap. 21:12[6]”. Eugene H. Maly la toma en este último sentido. Al respecto comenta que es una forma de referirse a “los cristianos del ‘Nuevo Israel’, la verdadera ‘descendencia de Abrahán, herederos según la promesa’ Gal 3:29”. La evidencia de una carta dirigida a lectores hebreos se muestra por los siguientes aspectos: Las reuniones se llevan a cabo en la Sinagoga (2:2); se menciona la doctrina del monoteísmo ético como parte de la doctrina (2:19)[7]; los modelos de fe y sufrimiento son personajes familiares para los hebreos; el estilo sapiencial refleja el estilo de la literatura poética hebrea, etc.
3.      Por lo que se afirma con seguridad “que fue dirigida mayormente a los judíos creyentes, pero que su autor no se olvidaba del bien espiritual y moral de sus nacionales en general”[8]. En el sentido amplio cuando se dirige a todos los judíos de la diáspora en oriente, y de manera particular a los judíos cristianos en algunos casos la clase más pobre y solo a un pequeño número de ricos[9]
4.      Judíos de la diáspora  Israel era el hogar para la raza judía, pero en el siglo I d. C. la mayoría de los judíos del imperio Romano vivían fuera de los límites de la tierra Santa. Se les conocía como la diáspora, que designaba como los que están esparcidos. Las ciudades grandes del imperio Romano, como Alejandría y Roma, tenían una numerosa población judía y aun las comunidades más pequeñas tenían frecuentemente una colonia judía. En la diáspora había dos grupos.
a.      Los hebraístas o hebreos que retenían la fe de los judíos sino el uso del hebreo, arameo y de las costumbres judías. La mayoría de los hebraístas vivían en Israel.
b.      El otro grupo era el llamado helenista, que habían absorbido la cultura greco-romana y dejaron de ser judíos salvo en cuanto a la fe. Hablaban griego, adoptaban las costumbres de sus vecinos y a veces se parecían a los gentiles. Hech 6, estos eran más amplios en la aplicación del AT[10].

FECHA Y LUGAR  DE COMPOSICION
1.      Existen dos opiniones:
a.      Unos colocan al final de la vida de Santiago el año 62 d.C. porque consideran la epístola como dependiente de las epístolas paulinas
b.      Otros la consideran como uno de los documentos más antiguos del Nuevo Testamento, escrito entre los años 40 y 50 d.C.
2.      La segunda opción es la más probable, porque  no se menciona, la persecución del año 70 d.C. y la controversias en el Concilio de Jerusalén que tuvo lugar en el 48 0 49 D.C.
3.      Kittel quien estudió por años la epístola señala: “Que Santiago no dependía de los escritos postapostólicos como se ha alegado”[11] por lo que el señor Kittel favorecía una fecha más temprana. El ha señalado que podría ser el escrito más antiguo del Nuevo Testamento, lo que mandaría a la epístola a mediados del primer siglo. Esto se deriva no tanto de la evidencia externa sino de la evidencia interna que muestra la epístola
4.      Elliot Binns expone las razones por las que se debe adjudicar a Santiago una fecha más temprana.[12]
a.      “Si bien la epístola abunda en referencias a las enseñanzas de Cristo en los sinópticos y tiene una relación estrecha con el sermón del monte, el acuerdo verbal es tan escaso, que es difícil suponer el uso de fuentes escritas. Pareciera que el origen de Santiago corresponde al periodo previo al de la fijación escrita de la tradición evangélica.”
b.      Santiago dedica mucho a la situación económica. Ver  el capítulo 5. Esto muestra dos cosas, primero que al parecer las diferencias en la iglesia se agudizaban, pero había ricos, coincidiendo con las necesidades planteadas en el concilio de Jerusalén del 49,50 d.C. El Hecho de que se necesitara ayuda de parte de los gentiles como fue la recomendación a Pablo, indica que la situación estaba empeorando, lo que supone indirectamente una fecha anterior al concilio, además en el año 66 cuando se da la sublevación contra Roma, no había ricos aunque no es concluyente, pues Santiago se dirige a un segmento de la hermandad no solamente a Jerusalén, aunque pudo haber tomado de la experiencia vivida para exhortar de manera general.[13]
c.        En el 5:14 se menciona a los “ancianos” como el modelo simple eclesiástico que predominaba hasta el año 70 d.C. una fecha posterior dejaría ver los mono-obispados característicos del siglo II

Lengua y estilo[14]
1.      El griego utilizado es el koiné y, aunque contiene algunos semitismos[15], es excelente[16], superado por la Carta a los Hebreos
2.      El lenguaje está lleno de vi­vacidad y frescura. Las frases son breves. Usa la subordi­nación con conjunciones y las construcciones con participio más que la coordinación, empleando el aoris­to y la voz media.
3.      Emplea bien los artículos y las partículas. Se preocupa del orden adecuado de las palabras (p. ej. en 1,2; 3,3.8; 5,10).
4.      Usa palabras técnicas y adjeti­vos compuestos. Hace juegos de palabras (1,2s.13; 2,4.13.20; 3,17; 4,14). Las imágenes y comparaciones están llenas de fuer­za.
5.      El vocabulario es muy rico; contiene 63 hapax legomena en el NT, de los cuales 45 provendrían de los LXX y 18 serían inéditos; cuatro de ellos no se encuentran en la koiné[17].
6.      Tiene sensibilidad para el ritmo de las sílabas. A veces utiliza la ali­teración, empezando una serie de palabras importantes con la misma consonante (1,14s) o repitiendo las mismas consonan­tes o sonidos (1,2.6; 2,4.13.20; 3,5.8.17; 4,9; 5,2.5s). Utiliza los mismo finales (1,6.14; 2,12.16; 4,8.14; 5,5). Tiene una cierta sensibilidad para la cadencia y una inclinación especial por la aliteración (1,2.6.14.25; 3,5.17; 4,9); el hexámetro imperfecto que encontramos en 1,17 es probablemente de su propia co­secha. Carece prácticamente de anacolutos



[1] http://aprobadospordios.blogspot.com/2010/09/gupos-en-crecimiento.html
[2] Evis L. Carballosa. Santiago: Una fe en acción. p.77
[3] Thomas W. Leahy, “Epístola de Santiago” en Comentario Bíblico San Jerónimo, 4 (1972): 294
[4] http://obrerofiel.s3.amazonaws.com/vida%20cristiana/pdf/sabiduria%20de%20santiago/Capitulo%203.pdf
[5] Introducción a la Epístola General de Santiago Por Pablo A. Jiménez
[6] Thomas W. Leahy, “Epístola de Santiago” en Comentario Bíblico San Jerónimo, 4 (1972): 294
[7] Imposible mencionar dicha doctrina a lectores paganos
[8] Rudd, A.B. Las Epístolas Generales. 2da Edición. Casa bautista de Publicaciones. El paso, Texas, USA. 1952. Pagina. 14
[9] Evis L. Carballosa. Santiago Una fe en acción. Publicaciones Portavoz Evangélico. España. 1986. Página 72
[10] Algo que se evidencia en el discurso de Esteban en Hech 7:44-58
[11]Harrison. Introducción al NT. P. 396.
[12] Harrison. NT. P. 396.
[13] Ibíd., P. 397.
[14] Tuñi, Josep Oriol_-_Escritos joanicos y cartas católicas
[15] Cf. Mussner, op.cit. 30-32; según él, el autor pensaría semíticamente (ibíd. 27); pero según Cantinat, Carta, 72, los semitismos aparecerían por in-flujo de los LXX y algunos serían, quizás, simples helenismos; entre éstos ci­ta 1,9s.19; 2,2s.5; 3,9; 4,4.7s
[16] Cf. Cantinat, Carta, 72; M. Trimaille, Cartas Católicas, en M. Carrez / P. Dornier y otros, Cartas de Pablo y cartas católicas (Madrid 1985) 274; Rucks­tuhl, op.cit. 6
[17] Cf. Cantinat, Carta, 72; Mayor, op.cit. XXXLVI-CCXLVIII; Davids, op.cit. 58; según Vouga, op.cit. 16, en Sant aparecerían 16 palabras griegas por pri­mera vez

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