PRINCIPIOS HERMENÉUTICOS.
1. La hermenéutica : es el arte y la ciencia que interpreta textos de las Sagradas Escrituras. Define las leyes que los exegetas deben seguir para determinar y explicar el sentido de la Palabra revelada. Presupone que el intérprete tiene conocimiento de los lenguajes bbíblicos y de las ciencias que contribuyen a un mejor entendimiento de las Sagradas Escrituras. Entre estas: arqueología, historia, lingüística, patrística , etc.
2. Principio hermenéutico: La correcta aplicación de principios hermenéuticos, determina la ortodoxia integral. Por esta razón, al cambiar los criterios de juicio y de valor, cambian simultáneamente los cánones que rigen la hermenéutica y por consiguiente todo el discurso religioso .
3. Como punto de partida, por definición, la base de toda reflexión y hermenéutica teológicas: LAS SAGRADAS ESCRITURAS SON Y CONTIENEN LA PALABRA DE DIOS REVELADA A LOS HOMBRES. Toda doctrina y practica se construye desde este referente, no solo en sus significados y significantes, sino en su estructura misma, la naturaleza de esta revelación como proviniendo del Dios que está más allá de nosotros mismos y de todo condicionamiento histórico .
4. La inspiración de Biblia es uno de los puntos irrenunciables de la fe cristiana, por ello se puede presentar la Confesión de Bélgica como una de las que mejor expresan esta doctrina:
a. Confesamos, que esta Palabra de Dios no fue enviada ni producida por la voluntad de hombre alguno, sino que los santos hombres de Dios, siendo guiados por el Espíritu Santo, la hablaron, conforme dice el apóstol Pedro. Después, Dios, por un cuidado especial que El lleva de nosotros y de nuestra salvación, mandó a sus siervos los profetas y apóstoles consignar por escrito Su Palabra revelada; y El mismo escribió con Su dedo las dos tablas de la Ley. Por esta razón, a tales escritos los denominamos: santas y divinas Escrituras. 2 Ped 1:21, Sal 102:18, Ex, 17:14, 34:27, Det 5:22, Exo 31:18. Creemos, que esta Santa Escritura contiene de un modo completo la voluntad de Dios, y que todo lo que el hombre está obligado a creer para ser salvo se enseña suficientemente en ella.
b. Pues, ya que toda norma de culto que Dios exige de nosotros se halla allí extensamente descrita, así no les es permitido a los hombres, aunque incluso sean Apóstoles, enseñar de otra manera que como ahora se nos enseña por la Sagrada Escritura; es más, ni aunque fuera un ángel del cielo, como dice el apóstol Pablo (Gal 1:8). Porque, como está vedado añadir algo a la Palabra de Dios, o disminuir algo de ella (Det 4:2; 12:32; 30:6; Apoc 22:19), así de ahí se evidencia realmente, que su doctrina perfectísima y completa en todas sus formas,
c. Tampoco está permitido igualar los escritos de ningún hombre -a pesar de lo santos que hayan sido- con las Divinas Escrituras, ni la costumbre con la verdad de Dios (pues la verdad está sobre todas las cosas), ni el gran número, antigüedad y sucesión de edades o de personas, ni los concilios, decretos o resoluciones; porque todos los hombres son de suyo mentirosos y más vanos que la misma vanidad. Por tanto, rechazarnos de todo corazón todo lo que no concuerda con esta regla Infalible, según nos enseñaron los Apóstoles, diciendo: Probad los espíritus si son de Dios (1Jn 4: l). Asimismo
d. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa (2Jn. 10). 1Tim. 3:16, 17, 1Ped 1:10 12, Prov 30:6, Gal 3:15, Apoc 22:18 19, 1Tim 1:3, Gal. 1:8, 11, 1Cor. 15:2, Hech. 26:22, Rom 15:4, Hech. 18:28, Det. 12:32, 1Ped. 4:10 11, Luc. 11:13, Hech. 20:27, Jn, 4:25, 15:15, 1Tim. 1:13, Col. 2:8, Hech 4:19, Jn 3:13 31, 1Jn 2:19, Heb 8:9, 2Ped 2:1 19, Mat 15:3, Mar 7:7, Isa 1:12, Sal. 62:9, 2Tim 2:14, Mat 17:5, Isa 8: 20, 1Cor 2:4; 3:11, Sal 12:6, Det 4: 5, 6, Efe 4:5, 1Jn. 4:1, 2Jn, 10.
5. El movimiento profético y apostólico, como muchos movimientos cristianos tienen, en su tarea hermenéutica, una serie de condicionantes que determinan la interpretación de los textos que consideren. Por ejemplo, quienes asumen que la salvación se pierde por alguna causa, encontraran justificativos de su posición y buscara acomodar los textos que no estén de acuerdo a su posición doctrinal.
a. Marco teológico. Depende de muchos factores formativos del que busca interpretar la Palabra de Dios.
b. Cosmovisión, que es el resultado del marco teológico en el cual el creyente es formado, añadiendo a esto, el contexto cultural. Los intérpretes se acercan a la Biblia desde su propia manera de entender la realidad, de su propia visión del mundo. Estén o no conscientes de ello, esta cosmovisión está por detrás de todas sus actividades y colorea la visión de la realidad del intérprete. Es decir, cada interpretación bíblica supone una visión del mundo.
c. Conclusión. El movimiento profético y apostólico en función de su marco teológico y su cosmovisión, interpreta la Palabra de Dios, buscando apoyo a sus posiciones.
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