Cuidado con lo que prometes.
Introducción. Después de observar las injusticias, Salomón observa la religión y descubre una realidad que ha sido común a través de los siglos: El prometer algo a Dios para lograr algo para luego olvidarse de la promesa.
1. Primer principio al acercarnos a Dios: Disposición a obedecer 5:1 Cuando vayas al templo de Dios, cuida tu conducta: en vez de ofrecer sacrificios como la gente tonta que no se da cuenta de que hace mal, acércate dispuesto a obedecer[1].
a. Acercarse a Dios. La responsabilidad de toda persona es la de acercarse a Dios. Sin importar donde se congrega la necesidad de congregarse en una iglesia local es señalada en toda la Escritura: Heb 10:25; Sal 133:1; 84:1, 2, 10.
b. Cuidarse en la conducta. El acercarse a Dios es básico, pero solo es el primer paso, es necesario acercarse a Dios cuidando e lo que vamos a hacer en la presencia de Dios. Tenemos que cuidarnos, es decir, saber que delante de Dios no existe nada que le sea oculto y que El conoce nuestro corazón, las motivaciones profundas que nos llevan a congregarnos.
i. No es el lugar de exhibición.
ii. No es el lugar para encontrarse con algún amigo/a
iii. Es el lugar para encontrarnos primero con Dios. Esto no quita el hecho de encontrarnos con los hermanos y amigos, pero esto es secundario.
c. No ser necio. No ofrecer el sacrificio de los necios. Son aquellos que están en un templo sin tener conciencia delante de quien están. Implica que:
i. Podemos cantar sin cantar a Dios.
ii. Podemos orar sin orar a Dios.
iii. Podemos escuchar sin escuchar a Dios.
d. Disposición de obedecer. No existe algo mas especial que agrade a Dios que el corazón de una persona dispuesta a obedecer Su Palabra 1 Sam 15:22-23. A Dios no le impresiona lo que decimos, ofrecemos, cantamos, ofrendamos. Lo que impresiona a nuestro Dios es la disposición a obedecer Su Palabra.
2. Segundo principio al acercarnos a Dios: cuidarse de lo que se promete 5:2, 3, 7 No te apresures, ni con los labios ni con el pensamiento, a hacer promesas a Dios, pues Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, habla lo menos que puedas, porque por mucho pensar se tienen pesadillas, y por mucho hablar se dicen tonterías.5:7 Por lo tanto, en medio de tantas pesadillas y de tantas palabras y cosas sin sentido, tú debes mostrar reverencia hacia Dios.
a. Una realidad: Nos relacionamos con Dios por medio de promesas hechas.
i. Dios da promesas sin igual. El antiguo himno decía:
Todas las promesas del Señor Jesús,
Son apoyo poderoso de mi fe;
Mientras viva aquí cercado de su luz,
Siempre en sus promesas confiaré.
Coro:
Grandes, fieles,
Las promesas que el Señor Jesús ha dado,
Grandes, fieles,
En ellas para siempre confiaré.
Todas las promesas para el hombre fiel,
El Señor en sus bondades cumplirá,
Y confiado sé que para siempre en él,
Paz eterna mi alma gozará.
ii. Nosotros prometemos a Dios. Dios escucha las promesas que le hacemos y las toma en cuenta, aun aquellas que parecen necias. El ejemplo de Jacob Gen 28:20-22; 31:13
b. Debemos hacer promesas a Dios de modo consecuente, si la hacemos, junto a esa promesa debe estar la disposición de cumplirlas.
i. Las muchas palabras no falta pecado.
ii. Pensar antes de hablar.
c. ¿Cuál es la actitud correcta? El temor a Dios, el respeto a lo que El es y lo que El hace, es el fundamento al acercarnos a Dios. Prov 1:7
| Lo mejor es obedecer los mandamientos de Dios que el ofrecer sacrificios. Sacrificio de necios son aquellos que se ofrecen con ligereza y despreocupación. |
3. Tercer principio al acercarnos a Dios: Cumplir los compromisos adquiridos. 5:4, 5 Cuando hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a él no le agradan los necios. Cumple lo que prometes, pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir.
a. Un problema común: El poco valor a las promesas realizadas.
b. ¿Por qué son tan importantes? Porque Dios cree en quien hace promesas y espera que cumpla su compromiso adquirido.
c. ¿Qué ocurre cuando no se cumplen las promesas realizadas? El ejemplo de Jonás, no se llega a ningún lugar mientras no dispongamos hacer aquello que prometimos a Dios.
d. No usar la excusa: Entonces no voy a prometer nada para no tener compromiso, es escaparse de la responsabilidad que cada creyente tiene para consigo mismo, para con su familia, para con su iglesia y para con Dios.
4. Cuarto principio al acercarnos a Dios: No excusarse por las promesas incumplidas. 5:6 No permitas que tus labios te hagan pecar, y luego digas ante el enviado de Dios que lo hiciste por error. ¿Por qué hacer que Dios se enoje por lo que dices y destruya lo que has hecho?
a. No existe excusa valida par incumplir promesas.
b. El valor de una promesa es que Dios la toma en serio:
i. En el área familiar.
ii. En el área personal
iii. En el área laboral.
iv. Conyugal.
v. Espiritual.
c. Promesas no cumplidas obstaculizan el éxito en aéreas de nuestra vida.
APLICACIÓN: Para que el hombre disfrute de la vida debe tener un corazón adorador y ser guiado por el temor de Dios Ecle 12:13.
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