Mis dos hijas Carolina, casada y Consuelo, soltera y mi brazo derecho en el ministerio. Una de las mayores necesidades de nuestras hijas es el amor. Nada substituye al amor que el padre puede darles, por esta razon, es importante que como padres sepamos darle el cariñoi demostrativo de ese profundo e inagotable amor que esta en nuestro corazobn
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