Introducción
a las Epístolas Generales[1]
1. Un género literario del Nuevo Testamento es el de las
cartas. De los veintisiete libros del Nuevo Testamento, veintiuno son cartas. Se trata de una forma de
escritura habitual en la literatura griega y que el Espíritu Santo tomo a la hora de
transmitir la verdad de Dios. La principal característica de este género
reside en su estructura. Siguen un esquema que, con leves modificaciones, se
repite en todos ellos; que encuentra su origen en el siguiente formulario
helenístico:
a. Remitente
b. Nombre del destinatario,
c. Saludo inicial y fórmula de fe
d. Cuerpo y contenido de la carta
e. Acción de gracias
f.
Saludos de despedida
g. Bendición final.
2. Estas cartas son documentos que se destinaban a los
destinatarios, a las que una persona con autoridad como Pablo, Pedro, Santiago, escribe
animando, exhortando o comunicando un mensaje escrito con la finalidad de poner los
fundamentos de fe y conducta valido apra aquellos tiempos y para todos los
tiempos.
3. La característica más
destacada de las cartas del Nuevo Testamento está en que, a pesar de estar
dirigidas a una comunidad en concreto, con un contexto determinado y con una
finalidad específica y, en la mayoría de los casos, puntual; al mismo tiempo,
están dirigidas a todas las comunidades cristianas de la Iglesia universal,
superan el espacio geográfico inicial y siguen siendo actuales a pesar del paso
del tiempo
4. Cada cartas, sigue un esquema preciso y determinado que las
constituye como escrito epistolar, sino que a la vez, ofrecen otros tipo de
materiales como himnos, oraciones, fórmulas parenéticas o síntesis, discusiones
breves.
Las
epístolas Generales
1. Además de las 13 cartas de Pablo, dirigidas a
algunas de sus iglesias, existe una serie de cartas escritas por otros. Estas
se conocen como las Epístolas Generales o católicas porque la mayoría de
ellas no tiene un destinatario claramente identificado. Con la excepción de 2 y
3 Juan, donde los destinatarios sí son identificados, las demás cartas se
dirigen a una población hebreo-cristiana muy general. Por la misma razón los
nombres que llevan estas epístolas son en su mayor parte los nombres de los
autores, y no son los de los destinatarios
2. En el s. IV
Eusebio de Cesarea ya las presenta reunidas[3].
No siempre ocuparon el mismo lugar en las listas de los libros sagrados. Los
grandes códices antiguos, Vaticano y Sinaítico, las ponen tras el libro de los
Hechos. Sin embargo, a partir de Jerónimo se presentan detrás de los escritos
paulinos, incluida la carta a los Hebreos y antes del Apocalipsis. Tampoco
dentro del mismo bloque han ocupado siempre el mismo lugar, apareciendo
primero las dos de Pedro, como ocurre en la lista dada por Trento, quizá para
resaltar la autoridad del primero de los apóstoles.
3. ¿Por qué la
denominación Epístolas generales?, o
¿Universales?, o ¿católicas?[4].
a. No está
claro por qué se llaman católicas. Algunos opinan sería equivalente a
canónicas, resolviendo así la cuestión sobre su canonicidad. Otros piensan que
católica quiere decir que dirigen a todas las iglesias, o bien por el contenido
más genérico o universal. Orígenes fue el primero que dio este nombre a las
epístolas primeras de Pedro y Juan, y a la de Judas[5].
Posteriormente Eusebio y Jerónimo extendieron este apelativo a las siete
epístolas[6]
b. Porque no pertenecían al corpus Paulinum,
que son distintas a las epístolas
de Pablo[7].
c. Porque estas epístolas no tenían destinatarios determinados.
“La generalidad de los autores explica el nombre por el circulo más amplio de
lectores a que se dirigen”[8].
Con excepciones de la 2 Juan y 3 Juan, “A la señora elegida” y “al muy amado Gayo” respectivamente.
d. La denominación es antigua. El Primero en usarla fue el
antimontanista Apolonio (197 d.C.)[9],
Le sigue el apologista cristiano
Orígenes (254 d.C.), que llama generales
a la 1° de Pedro, a 1° de Juan y a la de
Judas. Dionisio de Alejandría (265 d.C.)[10],
distingue la epístola general de Juan de
las otros dos libros que se le atribuyen (el evangelio y el apocalipsis). Otro
que uso la denominación es Dídimo el ciego de Alejandría (395 d.C.)[11].
Y Eusebio de Cesárea[12]
y Jerónimo citaron estas epístolas como
universales.
4. Para interpretar las escrituras es importante
entender su "ocasión" o contexto. Para algunas de estas cartas no es
tan difícil. Pero para otras, muchas
preguntas quedan sin respuestas. Por ejemplo, la autoría de Hebreos hay muchas teorías, pero poca seguridad en cuanto
a la correcta
del Libro
|
Tema
general del Libro
|
La
práctica diaria del Evangelio de Jesucristo
|
|
Fortaleza
ante la persecución y la prueba
|
|
Fortaleza
ante la persecución y la prueba
|
|
El amor de
Cristo inspira nuestro amor
|
|
El amor de
Cristo inspira nuestro amor
|
|
El amor de
Cristo inspira nuestro amor
|
|
Solícitos
en la defensa de la fe
|
[1]
Referencias: Wikenhauser, A. y J. Schmid, Introducción al Nuevo
Testamento. Barcelona: Herder, 1978.225.61 W663, Wright, G. E. Arqueología
Bíblica. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1975,
Marshall, I. Howard. Las
Cartas de Juan,. Grand
Rapids: Eerdmans, 1978, AA.VV. Manual
Bíblico, Casa de la Biblia, Madrid 1964, v.IV, pp.318-407.410-440.
J.Salguero en AA.VV. Biblia comentada, BAC, Madrid 1967, v.VII,
pp.1-25.88-100.147-154.177-190.259-264. 277-283. 293-325. J.Alonso-R.Franco en
AA.VV., La Sagrada Escritura, BAC, Madrid 1967, v.III, pp.197-865.
O.Kuss-J.Milch, La carta a los Hebreos y Cartas Católicas, Herder,
Barcelona 1968, 1969. J.Cantinat, A.Feuillet, M.E.Boismard en
A.Robert-A.Feuillet, Introducción a la Biblia, Herder, Barcelona
1970, v.II, pp.506-651.613-661. J.Cantinat, M.E.Boismard, E.Cothenet en A.George-P.Grelot,
Introducción crítica al Nuevo Testamento, Herder, Barcelona 1983,
t.III, v.II, pp.70-123.167-200. 127-166. E.Cothenet, Las cartas de S.Pedro
, Verbo Divino, Estella 1984. George Kennedy, Retórica y
Nuevo Testamento (Madrid: Ed. Cristiandad, 2003).
[2] Epístolas
Generales B 11 Hebreos; Santiago; I y II Pedro; I, II y III Juan; Judas Instituto Bíblico Reformado Esteban De Vries
[3] Cfr.
Historia Eclesiástica, III, 25,2-3.
[4] La palabra “católicas” se refiere, no al
elemento doctrinal, sino al hecho de que dichas cartas no se dirigen a
especificada iglesia, sino a los creyentes en general. A.B. Rudd, DD. Las
Epístolas Generales. Pág 11
[5] Cfr.
Eusebio de Cesarea, o.c., VI, 25,8.
[6] Cfr.
Eusebio de Cesarea, o.c., II, 23,25; Jerónimo, De viris illustribus, II,
4.
[7]
Romanos; 1y2 corintios; Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses; 1 y 2
Tesalonicenses; 1 y 2 Timoteo; Tito y Filemón
[8] José
Alonso, S.I. Carta de Santiago. Biblioteca de Autores Cristianos. Pág. 198
[9] Ibid
[10] Se
desconoce la vida de Dionisio antes de su elección como obispo de Alejandría.
Según una frase de una de sus cartas parece ser que era acomodado y que ejercía
una brillante carrera civil antes de entrar en el clero. Escribió un canon
pascual y obras perdidas, una de las cuales sobre las promesas mantenía que el
apocalipsis de Juan no lo había compuesto el apóstol y evangelista del mismo
nombre. Para más información en Di Berardino, Angelo. Diccionario Patrístico y
de la antigüedad Cristiana. Pág. 436
[11] Las
informaciones de que disponemos sobre la vida de este escritor del siglo IV no
son muchas. Los conocimientos que manifiesta en sus obras suponen una memoria
prodigiosa. Perdió la vista a los 4 o 5 años. (Ibid. Página 596)
[12]
Nació en Israel, quizá en Cesarea por el 265 d.C. Se formó culturalmente en
esta ciudad. Su producción es notable y se desarrolla en diversos campos, desde
la historia hasta la exegesis, la filosofía, la teología, la apologética, etc.
Mas información en Di Berardino, Angelo.
Diccionario Patrístico y de la antigüedad Cristiana. Pág. 815
No hay comentarios:
Publicar un comentario