EPÍSTOLA DE
SANTIAGO[1] Es un hecho que la Carta de Santiago a pesar
de la sencillez de sus reflexiones teológicas, resulta uno de los escritos más enigmáticos del NT, hasta el punto que A. Meyer escribió en 1930 una obra con el título «El enigma de la
Carta de Santiago[2]»
1.
El nombre hebreo “Ya’aqob”, helenizado
“Iácobos”, latinizado “Jacobus”, y
castellanizado como “Jacob”, tiene su raíz en “Aqêb”, “calcañar”, y su sentido es el de aquel que
“coge el calcañar del talón”, con el
propósito de “suplantar”. De ahí la queja de Esaú en Génesis 27:36.
2.
Ha habido diversos autores, como
Massebieau, Spitta y Meyer[3],
que han atribuido la epístola de Santiago a un judío no convertido. Habría sido
en su origen una especie de Sabiduría judeo-helenística, escrita a
mediados del siglo I en Siria o en Israel y que posteriormente habría sufrido
interpolaciones cristianas. Entre los años 8o y 90 habría entrado en el canon
cristiano del Nuevo Testamento debido a un fraude: mediante la interpolación
del nombre de Jesús en ciertos
pasajes[4] y de algunos otros detalles, como la
alusión a los presbíteros de la Iglesia[5].
Por su parte, Von Soden, Harnack, Moffat, Dibelius, Paterson[6] y otros consideran la
epístola como obra de un desconocido, el cual, usando el artificio literario de
la seudonimia, se haría pasar por Santiago. Habría sido compuesta entre los
años 70 y 150 d.C[7]. En los
evangelios hay varios personajes con el
nombre de Santiago:
a. La primera
de ellas el hijo de Matán y padre de José el esposo de María Mat 1:15s no tiene
nada que ver con la posible autoría del
escrito
b. Santiago
apóstol hijo de Zebedeo, hermano de Juan el apóstol Mat 4:21, Fue llamado por
el Señor junto al Mar de Galilea Mat
4:21 y seleccionado junto con su hermano menor Juan para ser uno de los doce apóstoles Mat 10:2; Mar
3:17; Luc 6:14; Hech. 1:13, Ambos, junto con Pedro, formaban un
grupo que se conoce como el círculo
íntimo, estando presentes en ocasiones especiales del ministerio de
Cristo, como la resurrección de la hija
de Jairo Mar 5:37, la transfiguración Mat
17:1ss y en la agonía del Señor en Getsemaní Mar 14:33. A Jacobo y a
su hermano Juan, por su carácter
impulsivo, les llamó Jesús Boanerges,
que significa hijos del trueno Mar 3:17. Los dos hermanos fueron reprendidos por el Señor a causa de su
impetuosidad Luc 9:54. Ambos pidieron un
lugar preferente en el reino del Mesías, anunciándoles Jesús que beberían la copa de Él Mar 10:39
profecía cumplida cuando fue
martirizado por Herodes Agripa I hacia el año 44 d.C.[8] Su muerte no permitía ser autor de epístola
alguna.
c.
Otro es Santiago hijo de Alfeo y apóstol Mat 10:3; Mar
3:18; Luc 6:15; Hech 1:13 que no se distinguió entre los apóstoles, habiendo
permaneciendo en el anonimato[9].
d.
El padre de Judas, no el Iscariote Luc
6:16. No se dice nada de él, salvo esta
relación con el apóstol Judas. Por esta razón
debe descartarse como posible autor de la Epístola[10]
e.
El ultimo es Santiago hermano del Señor Mat 13:55; Mar 6:3 Posiblemente
durante el ministerio de Jesús, Santiago no admitía la autoridad del Señor Mat 12:46-50; Mar 3:31-35; Luc 8:19-21; Jn
7:5 y no lo reconocía como el Mesías. Que el Señor tuvo hermanos, nacidos de la
relación entre María y José después del nacimiento de Jesús, es un hecho
evidente en los evangelios. Mateo y Marcos nombran a cuatro hermanos y hacen
referencia a sus hermanas Mat 13:55; Mar 6:3. La idea de que María permaneció
siempre virgen contradice lo que escribe Mateo: “Y despertando José del sueño,
hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la
conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús”
Mat 1:24-25, en donde se aprecia la relación matrimonial en el uso común del
verbo conocer, y el calificativo de primogénito que recibe Jesús. A Santiago el
hermano del Señor, se le apareció Jesús resucitado 1 Cor 15:7, lo que supuso
para él la evidencia de la realidad de quien era su medio hermano. Luego de la ascensión del Señor, aparece en
el lugar de oración donde se reunían los doce y las mujeres, junto con María,
la madre de Jesús Hech 1:12-14. Llego al
liderazgo de la iglesia en Jerusalén como consecuencia de la muerte de
Santiago, el hermano de Juan Hech 12:2. El lugar que ocupaba en la iglesia en
Jerusalén era de relevancia. Cuando fue visitado por Pablo, le llama una de las
tres columnas de aquella iglesia Gal 1:18-19; 2:9. El apóstol Pedro habla de
él, encomendando que diesen aviso de su liberación “a Jacobo y a los hermanos”
Hech 12:17. No cabe duda que en ese tiempo este Jacobo no podía ser el hermano
de Juan, puesto que había sido muerto por Herodes Hech. 12:2. Santiago tomó
parte importante en el Concilio de Jerusalén, que con toda seguridad presidió
Hech 15:13-29. Fue una figura clave para recomendar una solución de
convivencia, pidiendo a los gentiles que evitasen ciertas prácticas a fin de
facilitar la comunión con los cristianos de origen judío Hech 15:28-29. Fue
condenado a muerte por el sumo sacerdote Ananos en el año 62 d.C.[11]
f.
La iglesia le atribuyó la autoría a Santiago
hermano del Señor: Por las palabras de Pablo que afirma que “no vio a ningún
otro apóstol sino a Santiago el hermano del Señor” Gal 1.19 y se
satisfizo el requisito de paternidad apostólica[12].
g.
Eusebio cita el testimonio de Egesippo, un
historiador eclesiástico del siglo II, que dice que Jacobo vivió la vida de
nazareo a perpetuidad, pasando mucho tiempo en el templo en oración y gozando
de la estima de los judíos, por lo que los líderes le suplicaron acerca de predicar a la gente el evangelio de Jesús. Cuando
él se rehusó y dio testimonio de Jesús, los líderes, escribas y fariseos
mandaron que fuera arrojado desde las murallas del templo, pero al parecer no
murió de inmediato, lo que le permitió en su agonía orar por la nación hasta
que fue muerto de un garrotazo.[13]
3.
¿Cuál de estos escribió esta epístola? La mayoría opina que es Santiago el hermano del Señor, llamado “el justo”,
aseveración que se mantiene en los escritos de los Padres de la iglesia. Hay
referencias de ella en el antiguo documento cristiano, “El Pastor” de Hermas y
es citada por Clemente de Roma, Ireneo y Orígenes.
4.
Argumentos: Pocos libros de la Biblia han sido más difamados que
Santiago. La controversia ha sido sobre su paternidad literaria, su fecha, sus
destinatarios, su canonicidad, y su unidad. Es bien sabido que Martin Lutero
tenía problemas con este libro. La llamó “la epístola dispersa.” Pero es sólo
“dispersa” al grado de “difícil.” Hay suficientes agujas en este pajar para
pinchar la conciencia de cada cristiano embotado, derrotado, y degenerado en
este mundo. Esta es una “epístola estimulante” diseñada para exhortar y animar,
desafiar y condenar, reprender y reavivar, para describir santidad práctica y
llevar a los creyentes hacia la meta de una fe que obra. Santiago es
rigurosamente ético y refrescantemente práctico[14]
a.
Si el autor hubiera
sido Apóstol lo habría mencionado al inicio de la carta.
b.
Santiago el Mayor
sufrió martirio por Herodes Hech 12:1 el año 42 DC, y parece que Santiago el
menor había muerto antes, aunque no hay pruebas definitivas.
c.
Según Pablo, Santiago
“el hermano del Señor”, fue una de las columnas de la iglesia de Jerusalén Gal
1:18-19; 2:9, preside el Concilio de Jerusalén Hech. 15:1, Pablo lo visita Hech.
21:18, y lo reconoce como apóstol Gal 1:19 y “pilar” Gal. 2:9. Pablo sabe de la
aparición del Cristo resucitado a Santiago 1 Cor. 15:5–7 y se lo considere como apóstol Hech. 1:22 y 1 Cor.
9:1, si bien lo distingue de los “doce” o “todos los apóstoles”.
d. Otro factor
es el tono de autoridad con que escribe, el carácter homilético de la carta, su
sabor judeocristiano y ecos de la literatura sapiencial (sobre la palabra clave
"sabiduría", Cf. 1.5; 3.17) y de los dichos de Jesús consagrados en
el Sermón del Monte (Cf. 2.13 con Mat. 5.7; 3.12 con Mat. 7.16; 3.18 con Mat.
7.20; 5.2 con Mat. 6.19), señalan a la persona que tuvo una relación singular
con Jesús, especialmente después de su resurrección, con Pablo y los demás
apóstoles como líder de la iglesia en Jerusalén, y que jugó un papel
protagónico en el concilio de Jerusalén[15]
e.
El hecho que fuera
hermano del Señor es prueba que no era uno de los apóstoles, Juan 7:5, Hech
1:14, pues estos creyeron en Jesús hasta después de su resurrección.
f.
La similitud estilística de
Santiago con la carta del Concilio de
Jerusalén Hech. 15:23–29, indica la probabilidad de que ambas hayan sido
escritas por el mismo amanuense. Las coincidencias más visibles son las
siguientes:
i.
El saludo jairein\,
usado en 1:1 y Hech 15:23, representaba una forma educada de saludo epistolar.
Sólo en estos dos casos, y en la carta de Claudio Lysias en Hech. 23:26,
aparece esta forma en todo el NT.
ii.
La expresión “el buen nombre
que ha sido invocado sobre vosotros”, usado en 2:7 y en Hech 15:17 representa
un paralelo único en el NT.
iii.
El término hermano adelfos, usado en Santiago 1:2, 9, 16, 19; 2:5, 15; 3:1;
4:11; 5:7, 9, 10, 12, 19, aparece en la carta de Hech 15:23, y en el modo de
expresión de Santiago a la asamblea, en Hech 15:13.
iv.
Otras coincidencias verbales
que se pueden anotar son visitar episkepteszai, usado en 1:27, y por Santiago en Hech
15:14; guardarse terein kai
diaterein, usado en 1:27 y en Hech 15:29; volver, convertirse
epistrefein, usado en 5:19, 20 y en Hech 15:19; y amados agapetos, usado en 1:16, 19; 2:5 y en Hech 15:25.
[1] 1. Gilles Becquet, et al., La carta de Santiago: Una lectura
socio-lingüística, Cuaderno Bíblico 61
(Estella (Navarra): Editorial Verbo Divino, 1988). 2. Pablo Alberto Deiros, Santiago y Judas, Comentario Bíblico Hispanoamericano
(Miami: Editorial Caribe, 1992) 3. Elsa Tamez Santiago: Lectura
latinoamericana de la epístola (San
José: DEI, 1985).
[2] Cf. S. Laws, A
Commentary on The Epistle of James (Londres 1980)
1. También Bonsirven, ibíd., nota que en Sant el acento cristiano es poco
aparente, por lo que uno puede preguntarse si no se está todavía en la línea
de la moral judía; aunque él es de la opinión de que Sant es un escrito cristiano,
cf. op.cit. 789
[3] Massebieau, L'építre
de Jacques est-elle oeuvre d'un chrétien?: Rev. Hist Rel.32 (1895) 249-283; F.
Spitta, Zur Geschichte und Literatur des Urchristentums: 2. Der Brief des Jakobus (Góttingen
1896); A. Meyer, Das Ratsel des Jakobusbriefes (Giessen 1930).
[4] Sant 1:1; 2:1
[5] Sant 5:14
[6] H. Von Soden, Urchristliche
Literaturgeschichte (Berlín 1905) 231-234; A. Harnack, Die Chronologie der
altchristl. Liter. bis Euseb. (Leipzig 1897); J· moffat, An Introduction of the
Litt. ofthe N. T. (Edimburgo 1918) 456-475; M. dibelius, Der Brief des Jakobus (Góttingen 1921)
p.10-19.45s; W. Paterson, The Message ofthe Epistle of James: Expository Times
45 (1933-1934) 342-346. Una
buena confutación de los argumentos de estos autores en el artículo del P.
Teófilo G. De Orbiso en Verbum Domini 15 (1935) 139-143-172-179
[7]
http://www.holytrinitymission.org/books/spanish/biblia_comentada_a_colunga_7.htm
[8] Mt. 4.21; 10.2; 17.1; Hechos 1.13; 12.2
[9] Evis
L. Carballosa. Santiago Una fe en acción. Publicaciones Portavoz Evangélico.
España. 1986. Página 60
[10] La expresión “Hijo de Jacobo, de Luc 6:16 se lee literalmente “Judas de
Jacobo”. Es un ejemplo de una construcción griega conocida como un genitivo de
relación. La construcción afirma una relación, pero deja que la naturaleza
misma sea determinada por el contexto. La mayoría de los traductores creen que
debe de leerse “Judas hijo de Jacobo”, pero podría leerse “Judas hermano de
Jacobo”.
[11]
Según Flavio Josefo en Antigüedades Judías 20,9,I y Eusebio de Cesárea en
Historia Eclesiástica 2.23; 19-23
[12]
Además debería de tener contenido espiritual; tercero, debía de tener una
aceptación universal en la iglesia y cuarto, debería de ser inspiración divina
(Deiros, Pablo. Comentario Bíblico Hispanoamericano. Santiago y Judas.
Pagina.18
[13] HE II.
[15]
Santiago creció en el ambiente que Jesús y estuvo con El durante todos los años
que precedieron a su ministerio. Su herencia cultural sería la misma que Jesús.
Como un intérprete de la verdad tendría la ventaja de conocer el contexto
histórico y geográfico. Aunque Santiago no fue creyente durante la vida de
Jesús Jn. 7.2-8, fue testigo de la resurrección 1Cor 15.7 y estuvo entre los que
esperaron el Espíritu Hech.1.14. Después de que Pedro se retiró de Israel Hech
12.17 Santiago se encargó de la iglesia
Jerusalén (Tenney, Merril C. Nuestro Nuevo Testamento. Una perspectiva
Histórico Analítica. Editorial Moody.USA. 1973. Página 306).
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